Apariencias Engañosas

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín

Era una noche de tormenta , Hugo, un hombre de 50 años estaba inquieto en su habitación, el insomnio y la angustia se apoderaba de él nuevamente, la luna llena de acercaba y con ella el miedo de que su hijo desapareciera también.

— Ya me estoy hartando, ya va a ser luna llena de nuevo y no logro que este muchacho se deje de escapar, no sé qué hice mal para que me pase esto.

El desesperado padre ha intentado cuanta cosa se le ha ocurrido, psicólogos, infinita cantidad de hospitales psiquiátricos, incluso consideró llevar a Orlando con un chamán, pero lamentablemente nadie pudo ayudarle.

En medio del caos mental que estaba pasando, tomó la decisión de vigilar al joven durante la próxima luna llena, para así al menos tener una idea de qué hacía Orlando mientras se escapaba.

— Ojalá que sea algo como drogas o algo de aquí de la tierra, si no, no sé qué voy a hacer.

Unos días después, se llegó la maldita luna llena.

En cuanto Orlando comenzó a hacer ruido al escapar de su casa, Hugo saltó de su cama y lo comenzó a seguir.

Ambos caminaron varias cuadras lejos de su casa, hasta que se encontraron con un enorme bosque y justo cien medio, había una laguna, cubierta por muchas algas verde musgo, tan espesas que ni siquiera se podía alguien imaginar qué tan profunda era.

En cuanto llegaron Orlando volteó a su alrededor y en cuanto se aseguró que no hubiera nadie viéndolo, saltó al agua y salió convertido en una extraña criatura mitad calamar, mitad humano.

Al ver eso, Hugo dio un aterrado grito que se escuchó por todo el bosque, haciendo que su hijo se sumergiera en el agua para ocultarse.

En cuanto se logró reponer un poco del susto, Hugo corrió a su casa para buscar la biblioteca secreta de Elora , su amada esposa, que desapareció misteriosamente un año antes de que comenzaran los problemas con Orlando.

Al llegar a la casa y entrar a la biblioteca, Hugo vio un libro morado, que brillaba muy sospechosamente.

En él se encontraba cualquier cantidad de información sobre criaturas muy extrañas, entre las cuales estaba el hombre calamar.

El libro en cuestión decía que esta misteriosa condición, realmente era una maldición, usualmente lanzada por Darien, hijo de poseidón, Dios griego de las aguas,

Aparentemente ese don no parece ser peligroso para nadie pero, si no se le controla, la persona puede correr riesgo de permanecer en su forma de calamar para siempre.

Por desgracia la cura de ese poder no estaba en el libro, así que Hugo tuvo que tragarse su orgullo y llamar a su suegro, ya que sólo él podría saber qué hacer.

— Hola, ¿Bemus? Soy Hugo, necesito tu ayuda, algo raro le pasa a Orlando.

—Hasta que apareces Hugo, no pensé que fuera a volver a verlos nunca, ¿Qué le hiciste a mi nieto?

— ¿Porqué crees que yo le haría algo a mi único hijo? Mira sé que me odias y que me culpas de la desaparición de Elora pero !En serio necesito que me ayudes¡

— Ya tranquilo, cuéntame qué pasa con mi nieto.

— !Se convirtió en un calamar!, no sé qué hacer

— Mañana te vienes inmediatamente a mi casa, necesito hablarte de algo pero tiene que ser en persona, si no, no vas a entender nada.

— ¿Mañana? Pero tú estás en Grecia y yo en Canadá, además necesito los pasajes de avión

— Confía en mi, yo te mando los pasajes ahora pero necesito que vengas ya, si es lo que me imagino, tu hijo va a estar bien por si solo un par de días.

— Bueno, mañana voy para allá, pero al menos dame una pista de lo que necesito saber.

— Mañana hablamos.

Una hora más tarde llegó al correo de Hugo un pasaje directo para la isla de Corfú en Grecia, ahí se encontró con su anciano suegro, el cual lo llevó inmediatamente a su casa y comenzó a contarle una misteriosa historia.

Varios años antes de conocerte a ti, mi hija conoció a un hombre muy encantador, llamado Darien.

Parecía que ambos se amaban mucho, hasta que un día, tuvieron una discusión fuerte y mi hija, decidió terminar la relación con él, lo que hizo que Darien se enfureciera y le lanzara una maldición que la convertiría a ella y a sus descendientes en una criatura mitad hombre mitad calamar.

Por mucho tiempo intenté proteger a mi hija de esto, pero al final la maldición la alcanzó, haciendo que ella desapareciera.

Pero… si hay una forma de romper esto ¿Verdad?

Existe una poción, complicada de hacer pero que puede ayudar a Orlando, lo único es que los ingredientes son tan difíciles de conseguir que ni yo mismo pude encontrarlos todos.

Pues, algo hay que hacer, no, es mi hijo !No puedo dejarlo así ¡

Tranquilo, aquí tengo la receta, pero lo que sí es que vamos a tener que ir a Atlántida y el viajecito no es nada bonito,

¿A la Atlántida? ¿En serio existe?

Ay, no sé cómo mi hija se pudo fijar en alguien como tú, si claro que existe, sólo que ustedes los viles mortales nunca aprendieron a ver con ojos mágicos, por eso no saben ni qué es eso.

— A ver, según esto los ingredientes que necesitamos son cabello de sirena, lágrimas de pegazo, perlas del mar y por último escamas del tritón que lanzó el hechizo.

— ¿No que era el hijo de Poseidón?

— Si, soberano tonto, Darien es un semidiós tritón, que se convierte en humano.

—- Aaa, es que no entendía

— ¿En serio? No me di cuenta, contesta Bemus, con un tono ligeramente sarcástico

Después de esta corta conversación, ambos tomaron camino en el submarino de Bemus.

Durante el viaje Hugo se mantuvo observando aterrado a todas las criaturas que ahí se encontraban, hasta que llegó el momento en que cayeron en una cueva oscura, la cual parecía tan interminable que pensaron que nunca saldrían, hasta que para su sorpresa, llegaron a un hermoso lugar, con enormes torres y castillos brillantes, todos pintados de azul intenso.

Habían muchas sirenas, peces y caballos de mar tan grandes que parecía que iban a aplastarlos.

— Muy bien, parece que llegamos, te presento La Atlántida, dice Bemus, suspirando mientras trataba de lograr que Hugo no estropeara el plan que llevaban.

— Ahora, estimado yerno, te voy a pedir, a suplicar , que no hagas nada ni digas nada hasta encontrar a Darien, no quiero que hagas alguna estupidez que pueda delatarnos porque nos pueden matar.

— ¿Porqué presiento que no me quieres mucho que digamos?

— Solo, trata de no meter la pata, ¿De acuerdo?

— Ok

— Ahora, necesito que te comas este chocolate, nos va a convertir en tritones para mezclarnos con la gente.

Hugo toma el chocolate e inmediatamente le da una mordida mientras hace gestos de asco y dice, agg, esto sabe a pescado muerto, con algas marinas ¿Con qué lo hiciste?

— Solo trágatelo y no abras la boca, por cierto gracias, ese chocolate lo preparé yo y esa era la idea.

Después de unos minutos, en cuanto el chocolate hizo efecto, se apresuraron para salir del submarino y se fueron a buscar a Limora, hechicera y sirena, vieja amiga de Bemus.

Curiosamente, mientras ambos exploraban, mágicamente una sirena joven de cabello turquesa intenso, aparece Justo frente a ellos y dice:

—!Bemus, amigo¡ ¿Qué estás haciendo en este agujero acuático?

— Limora, qué suerte que te encuentro, necesitamos tu ayuda.

— Sabes que con gusto te ayudo en lo que sea querido, sobre todo porque te debo la vida, pero antes ¿No vas a presentarme a tu guapo amigo?

— ¿Aah? ¿Guapo? Aaa, este gusano es Hugo mi “querido yerno”

— Mmm se nota que lo quieres mucho, bueno basta de chismes, ¿En què puedo servirles caballeros?

— Mi nieto Orlando tiene la maldición de Darien, la misma que le hizo a mi hija, y ahora queremos evitar que se vuelva permanente

— Mmm ok, interesante reto, difícil pero interesante, los ayudaré pero… jajaja quiero “algo a cambio” si entienden lo que digo.

— Está bien, responde Bemus, rechinando sus dientes, si nos ayuda, voy a salir contigo, yo invito.

— !Trato hecho¡ pásame la receta de la poción, creo que tengo algunos ingredientes por aquí, aunque lo demás si va a ser difícil de conseguir.

—Ten, esta es la receta, le dice Hugo mientras extiende su mano con el libro.

— Bueno, estamos de suerte, en mi casa/tienda tengo las lágrimas de pegaso, las perlas y podemos usar mi hermoso cabello, lo difícil va a ser encontrar al pececito traidor de Darien.

— También necesito decirles que yo no voy a enfrentarme al cola de pescado aplastado, es que.. digamos que me puede hacer algo como… matarme con sus poderes de agua. Dice Limora con una sonrisa nerviosa.

— Lo que si les puedo decir es que para lograr derrotarlo, forzosamente necesitan un amuleto de fuego para protegerse de él

— Lo que nos faltaba, ¿Y esa cosa dónde la encontramos? Pregunta Bemus, agarrándose la cabeza.

— Jeje, está dentro de un volcán en el Olimpo, custodiado por Hefesto, Dios del fuego.

— Hasta a esa parte de la misión si los puedo acompañar para conseguir el amuleto.

— Aunque hay que tener mucho cuidado porque si alguno de ustedes queda atrapado en el tridente de esmeralda de Darien, no voy a poder sacarlos.

Después de estas palabras , los 3 se dirigen a la casa de Limora, en el camino todo pareció tranquilo, hasta que cuando iban a salir, apareció una ballena azul que los atacó e hizo que todos los elementos de la poción se esparcieran por todo el arrecife.

Afortunadamente, Limora logró lanzarle un hechizo y la convirtió en una ostra miniatura.

Por suerte una corriente de agua arrastró todos los ingredientes a un coral cerca de donde se encontraban, así que Hugo nadó rápidamente y los recogió antes que otra corriente se los llevara para luego ir directo al volcán.

Mientras tanto, el soberbio Darien fue hasta donde estaba Orlando, lo encerró en su tridente de esmeraldas y se lo llevó a su cueva.

—Bueno, les presento el Olimpo, hogar de los poderosos dioses griegos, ahora necesitamos llegar al volcán Φωτιά o volcán de fuego, ahora hay que lograr que Hefesto nos dé el amuleto y que no se le antoje matarnos.

— Mmmm ¿si verdad Hugo? Responde Bemus viendo a Hugo despectivamente mientras se reía.

— Ya Bemus, déjalo en paz, mejor concéntrate, Hugo ya está suficientemente preocupado como para que le recuerdes lo inútiles que te suenan los mortales.

— Bueno ya, lo dejo en paz… Por ahora

Los 3 recorrieron el Olimpo hasta que se toparon con un enorme volcán cubierto por lava y fuego.

—Aquí es, dijo Limora, ahora hay que subir y entrar en el cráter. De preferencia sin quemarnos, jajaja.—

— Pero ¿Cómo vamos a lograr llegar hasta allá?— pregunta Hugo con una expresión miedosa, típica de él.

— En serio cada vez que abres la bocota dices cada estupidez, obviamente que necesitamos un hechizo para volar, yo tengo uno ideal para esto.

—Ay perdón señor sabe lo todo— responde Hugo burlándose de Bemus.

—!Bueno ya estuvo suave¡ grita Limora, azotando sus puños contra el piso.

— Para que te calles un poco Bemus, yo voy a hacer el hechizo y encima, te voy a amarrar a Hugo, así al menos te obligo a cuidarlo, hasta que le bajes a tu actitud.

— ¿ Y porqué yo tengo que dejarlo en paz? !Si es un bruto¡

— Ya Bemus, es el esposo de tu hija, ella no querría que lo trataras así.

— Si bueno, ¿Quién tiene hambre? Pregunta Bemus, con un tono sarcástico, y retorciendo los ojos como si fuera un adolescente al que están regañando.

En ese momento Limora hizo un hechizo que los ayudó a transportarse al volcán y automáticamente Hugo y Bemus aparecieron atados de las muñecas con unas esposas de diamante mágico.

Ambos intentaron muy insistentemente quitarse las esposas pero no tuvieron éxito.

Conforme fueron avanzando, aparecieron muchos obstáculos como pozos de lava, lobos de fuego y finalmente se encontraron con el temido y poderoso Hefesto.

— !Qué hacen aquí¡ !Criaturas insignificantes! Gritó con una voz tan grave que parecía como poseído por un demonio.

— Señor Hefesto, jejeje soy Hugo y ellos son Bemus y Limora, venimos humildemente a pedirle su amuleto de fuego, verá..

—!Silencio insignificante mortal¡ !Quién te crees que eres como para pedir cualquier cosa al gran Hefesto¡

— Siento interrumpirlo poderoso señor, no queremos molestarlo, sólo le suplico que me ayude, Darien hechizó a mi hijo y necesito rescatarlo antes de que se haga permanente— responde Hugo, con voz temerosa y ojos llorosos.

Aparentemente esto conmovió a Hefesto, al punto que decidió decirles cómo conseguir el amuleto, ya que él propiamente no lo tenía.

—Bueno, como veo que tienes un corazón puro, te voy a decir el acertijo para encontrar el amuleto, pero antes debo advertir que las cosas no siempre son como te las cuentan.

— ¿Eso qué quiere decir señor?

— Ya lo verás.

— Ahora el acertijo es: Si el amuleto quieres activar, a la naturaleza mágica de estas tierras te debes adentrar.

—!Pero si no dice dónde está el amuleto¡ interrumpe Bemus con su tono prepotente

— Bemus !Ya cállate¡ le grita Limora.

Después de esto, Hefesto se acercó a Hugo y le dio una sospechosa advertencia, mientras se hundía entre la lava del volcán

— Si esperar recuperar a tu hijo, ten cuidado de a quiénes los dejas ayudarte, no todos tienen buenas intenciones..

— Eeee, gracias señor pero no entiendo ¿Porqué dice eso?

Los 3 recorrieron cuantos rincones del Olimpo se les ocurrieron, fueron al bosque de los minotauros pero no lograron nada, recorrieron selvas, ríos, lagos, etc. Hasta que por fin llegaron al valle de las ninfas.

Ahí se toparon con Flora, diosa de las flores, estaba tomando un baño en un hermoso lago.

—¿Quién está ahi? Preguntó con tono tranquilo.

— A sí, lo tengo aquí, en el fondo del lago, pero con una pequeña condición, yo iré con ustedes.

— Eee, venimos de la Atlántida, señora, venimos a buscar el amuleto de fuego, si nos lo permite.

— Eeem bueno, gracias su excelencia— responden todos con voz temblorosa, desconfiando de las intensiones de Flora.

— En ese caso, ahora regreso—

Flora se sumergió en el agua y después de un corto rato, sacó un extraño colgante, de un color rojo intenso, como de un rubí muy brillante.

— Ahora, cuando estemos cerca de Darien, yo necesito enfrentarlo primero—

— Con todo respeto señora, ¿Podemos saber porqué?

—!Ay Hugo¡ !Siempre tienes que salir con tus idioteces¡ gritó Bemus.

—Tranquilos, no me molesta que me preguntara eso, pero prefiero que vean allá la respuesta—

—Bueno, yo los dejo aquí, recuerden que no me voy a pelear con Darien, Dice Limora, mientras se iba a su casa, o al menos eso parecía.

Mientras tanto, Darien aparece en su cueva y saca a Orlando en un río mágico que lo convierte en un humano normal de nuevo.

—!Quién es usted¡ !Qué hago aquí¡— grita Orlando, aterrorizado por lo que estaba viviendo.

—Tranquilo, no te voy a lastimar, sólo te quería quitar el hechizo, y demostrarle a tu familia que yo no te hice esto.

—¿Hacerme qué?

—Luego te digo, por ahora tranquilo, tengo que esconderte de una bruja que quiere lastimar a tu abuelo—

— ¿A mi abuelo? ¿Porqué? ¿Ahora qué hizo?

— No puedo decirte, por favor, ayúdame a protegerte.

Mientras tanto, Límora se escondió en el arrecife mágico, cerca de la cueva de Darien, tomó su caldero de bronce y mezcló los ingredientes de la poción que serviría para ayudar a Orlando, pero la alteró agregando polvo de luna llena, para así convertirla en un poderoso veneno que mataría tanto a Darien como a Orlando.

—- Jajaja ese tonto arrogante de Bemus, a veces me da lástima, es muy fácil de engañar, igualito a su “hijita”. Ni se imagina lo que le espera.

— Listo, el veneno ya está, ahora sólo tengo que ir a la cueva y esperar para completar mi venganza

Para no perder más tiempo, Límora se fue inmediatamente a la cueva y para su suerte, los demás ya habían llegado y se disponían a pelear contra Darien.

— !Maldito¡ !Qué no tuviste suficiente con quitarme a mi hija¡ gritó

— !Es que no entienden¡ !Yo no hice nada¡ !Alguien tomó mi cuerpo¡

— !No te creo¡ !Tú la hechizaste cuando te dejó¡

De repente, en medio de todo su enojo, Bemus le lanzó un rayo elèctrico a Darien pero Flora rápidamente se interpuso y con la ayuda del amuleto de fuego lo frenó.

En eso, Límora aprovechó y le lanzó el veneno a Orlando, diciendo: !Ràpido muchacho, bebe esa poción¡ !Te devolverá tu forma humana¡

Afortunadamente, como él ya se había vuelto humano completamente, no se lo bebió, pero lo tiró al agua, lo cual causó que Darien se envenenara y cayera inconsciente

— !Bemus¡ gritó Flora, !Darien decía la verdad¡ él no hechizó a tu familia, fue Límora, hipnotizó a Darien y lanzó el hechizo con su cuerpo.

—¿Cómo sabes eso? !Ese patán le pegó a mi hija muchas veces, por eso lo dejó¡

—Si Bemus, Darien era un patán pero amaba a tu hija, no hubiera sido capaz de hacerle eso.

—- Jajaja, !Es increíble lo inocente que eres¡ !Si fui yo¡ !Yo destruí a tu hermosa familia¡

—- Pero ¿Porqué?

— Esa familia !La tenías que tener conmigo¡ !Sólo conmigo¡

— Ya entiende Límora, no te amo, nunca te entendí si quiera, por eso fui claro desde un principio, yo no te quería como mujer. —

— Pues por eso te quité a tu preciada hijita y ahora !Me voy a encargar de tu nieto adorado¡ gritó Límora, mientras le lanzaba un rayo de fuego a Orlando.

Al ver eso, Hugo se lanzó rápidamente y evitó que su hijo fuera alcanzado, lo cual provocó que con su sacrificio, se activara la magia del río que logró ahogar a la malvada Límora hasta hundirla en lo más profundo

— Nunca esperé que Límora fuera capaz de algo así, y lo peor es que yo le permití que casi matara a Orlando. En serio lo siento Hugo.

—!Rápido hay que sanar a Darien¡ interrumpió Flora repentinamente.

— Hugo, toma el tridente de Darien, voy a combinarlo con el amuleto y sumergirlo en el agua, eso hará que el veneno pierda efecto en Darien.

En cuanto Flora logró sumergir el tridente, Darien comenzó a recuperar su tono natural y logró despertar.

— Darien, dijo Bemus muy preocupado y apenado, perdóname por juzgarte, no tenía idea de lo que estaba pasando. —

— No te culpo, yo era un patán cuando conocí a Elora, pero en verdad la amaba, solo que yo estaba acostumbrado a lograr que los demás estuvieran a mi servicio por medio de la violencia, pero ella me hizo cambiar, al perderla para siempre me di cuenta de que si seguía así iba a terminar sólo y odiado por todos.

— Igual no debí juzgarte sin pruebas, al igual que a mi Yerno Hugo, siempre lo vi poca cosa pero este viaje me hizo entender que es una persona leal y que da todo por su familia, eso es más importante que la misma magia.

— !Papá, viniste por mí¡ !Abuelo al fin viniste¡-

—- Si y no pienso volver a alejarme, eres mi único nieto, te amo aunque no tengas magia.

Después de tomar un rato para tranquilizarse, todos optaron por salir de la cueva y volvieron a sus respectivos mundos.

Años más tarde, la pesadilla de las escapadas de Orlando desaparecieron para siempre y como él y su abuelo se volvieron muy unidos, tanto Hugo como Orlando se fueron a Grecia y lograron encontrar a Elora, quien aparentemente después de la muerte de la bruja malvada logró recuperar su forma humana.

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Publicado por Viviluc

Tengo 28 años, amo la música y escribir cuentos cortos y poemas.

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