Mi verdadero Yo

Elegí colocar el logo del blog porque este poema lo dedico a él, por permitirme sacar a Mi verdadero Yo.

Me despierto y camino hacia el espejo,

Ahí estoy, sola, tranquila, satisfecha de ser yo

Hoy es el presente que la vida me regala nuevamente para ayudar a sacar mi verdadero yo.

Ese yo que es creativo, feliz y tranquilo.

Ese yo que se ha perdido durante tanto tiempo en medio de la vida y de la gente.

En medio de críticas y tormentosas desilusiones

En medio de otras alegrías, triunfos y sueños truncados.

Hoy es ese día especial para salir y ser yo

Solamente mi verdadero yo

No me importan ya ni las tormentas ni las tristezas.

No me asustan las pesadillas ni los demonios en mi cabeza.

Hoy es un día especial para darle la oportunidad a esa niña, esa joven, esa hermosa mujer.

Que por mucho tiempo estuvo oculta entre las sombras de la inseguridad y la lástima.

Que estuvo atada por miedo a sufrir algún daño.

Hoy es un buen día para amar y resaltar a mi verdadero yo.

Hoy mi verdadero yo quiere decidir y actuar por sí misma.

Hoy mi verdadero yo quiere reír y jugar, cantar, bailar y gozar.

Hoy quiero aprovechar para sacar esa sencillez oculta.

Esa sencillez que se esconde dentro de mí y ya quiere salir, solamente quiero salir a ser yo.

Solamente quiero disfrutar y liberar a mi verdadero yo.

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín.

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Verde Esperanza

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín

Con la suma de diversos colores naces entre las cosas bellas del mundo.

Me rodeas como quieres con tus diversos tonos, algunos claros y otros oscuros.

Renuevas mi fuerza para seguir luchando, aunque a veces me alejo y te arrebato tu espacio.

Por ahora he aprendido a verte, oh esperanza mía, aunque siempre creo perderte.

En las hojas, en las piedras, en el musgo o en las algas del mar, reapareces de mil formas para ayudarme a levantar.

Tú , verde mío, símbolo de la esperanza, yo te admiro.

Aunque admito que a veces finjo no tenerte, tan sólo para no enfrentar el momento que te alejes.

Mis metas y mis sueños están llenos de ti, oh esperanza mía, deseo que me des aliento para vivir.

Te pido que me ayudes a encontrar tranquilidad, aunque a veces parece que sólo en tormentas te quiero encontrar.

Ayúdame querida a no desfallecer, ayúdame esperanza mía para nunca desaparecer.

Te busco y te encuentro muchas veces, aunque te ocultes de mi vista y demores en regresar.

Oh esperanza mía, hoy vengo a prometerte que nunca te voy a volver a olvidar. A cambio de mi promesa te pido, oh esperanza mía no abandones mi camino.

Ayúdame a iluminar mis pasos, ayúdame a encontrarte en cada momento.

Hoy esperanza mía también te vengo a pedir, que jamás en mi vida dejes de existir.

Ruedas para qué las quiero

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín- Dedico estas palabras a las personas que al igual que yo viven diariamente la aventura de usar una silla de ruedas para caminar.

Hoy fue uno de esos días que no quería ser yo, sola en mi habitación, pensaba constantemente en lo duro que es vivir a veces.

Luego volteé a ver mi silla de ruedas, esa compañera eterna y necia, que me ayuda al mismo tiempo que me atormenta.

En cuanto me incorporé no pude pensar en otra cosa más que decir ruedas para qué las quiero, ya déjenme vivir en paz.

Aunque después de ese momento de debilidad, recordé que aunque difícil, mi vida ha sido buena también, útil e interminable para darme oportunidad de crecer, intentar nuevas cosas, conquistar nuevas fronteras.

Hoy es uno de esos días en los que al final puedo decir ruedas para qué las quiero si tengo manos para correr o caminar.

Ruedas para qué las quiero si tengo creatividad para gobernar el mundo.

Luego de unos minutos de darme fuerzas recuerdo, a pesar de todo la única que tiene la libertad de decidir soy yo, únicamente yo.

Hoy mientras iba pasando mi día, me recordé que a pesar de todo las ruedas no son las culpables de mis crisis.

Las ruedas solo son en vehículo que tengo para creer y luchar por lo que quiero.

Las ruedas de la silla no me frenan ni me reducen a nada. Solo yo tengo ese poder, el poder de petrificarme ante los problemas o de salir adelante a pesar de ellos.

Las ruedas solo son una herramienta más para salir de la pesadilla de no ser alguien.

Pero algunas veces pienso, ¿Es que a caso sin ellas igual soy alguien? ¿Es que acaso no soy yo la que me dejo vencer?

Luego reacciono y veo la realidad.

Así, cruda y brillante al mismo tiempo, colorida y oscura.

A pesar de los obstáculos, a pesar de los sinsabores o sólo me resta decir.

Ruedas para qué las quiero si me tengo a mi misma para llorar o ser feliz.

Ruedas para qué las quiero si tengo vida para crear y sentir.

Participación de ayer

Hoy quiero compartir que el día de ayer tuve la oportunidad de estar en vivo con Tláloc Israel en su programa juebebes de lectura de poesía en voz alta y compartí algunos poemas de mi autoría. Les dejo el link para que vean la grabación completa en Facebook

Les dejo el enlace: https://www.facebook.com/TIsraelWard/videos/216824160526994/

Ser y Existir

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín

Hoy es un día especial para pensar en mí

En mis alegrías y mis tristezas

En mis amigos y familia

Hoy es un día para reflexionar y ser yo

Solamente yo misma

Hoy solo quiero darme la oportunidad de reír por cualquier cosa

Hoy solo me preocupa animarme a intentar nuevas cosas

Hoy es un regalo, una gran oportunidad para perderme y volverme a encontrar

Hoy solo quiero disfrutar, cantar y bailar

Hoy solo quiero existir y limitarme a vivir

No pienso preocuparme por lo que opinen los demás

No pienso sufrir por mis culpas y miedos

Solo pienso ser y existir

Solo seré yo para poder vivir

Solo pienso amar la vida aunque a veces parezca odiarla

Solamente quiero ser yo

Yo y nadie más.

Solo quiero existir y al momento de partir dar gracias por ser yo, nadie más que yo.

Gris Espejo

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín

Era una noche cualquiera, Gerard Francesco de la Montaña, un científico frustrado de la ciudad de Marbella, estaba leyendo en su habitación mientras intentaba quitarse de la cabeza el último fracaso que tuvo, la silla robótica que había diseñado con tanto esfuerzo, se había quemado completamente durante su última conferencia, dejándolo así como el científico más estúpido de su época.

De pronto alguien toca la puerta, era Marcela, su ama de llaves, al igual que otras noches, para animarlo, entró y trajo con ella un hermoso espejo gris, casi plateado.

No se sabe si era el ambiente o que llevara ropa nueva pero ese día, a los ojos de su jefe, se veía más hermosa que de costumbre.

Al igual que otras veces, la chica colocó el espejo enfrente de la cama y comenzó a bailar, como solamente ella sabe hacerlo, después de unos minutos, Gerard deja el libro a un lado y voltea a ver.

De pronto,comienza a imaginarse muchas cosas mientras observaba ese reflejo angelical, a través del espejo.

Pasados unos minutos, ambos se acercan y comienzan a deslizar sus manos sobre la piel del otro.

Luego, cuando el mundo entero se desvanece, se dejan llevar por el deseo y comienzan a besarse.

Lentamente, los cuerpos empiezan a bailar en perfecta sincronía, dejando de lado todo lo que los separaba.

Cuando al fin ambos estaban hundidos en su propia realidad, Gerard baja un poco hasta encontrarse con dos hermosas montañas, blancas como la nieve y suaves como las nubes.

Poco a poco, el chico aprovechó para besarlas y acariciarlas suavemente.

Después de un rato, se introdujo en el fondo de la cueva de los deseos, provocando en ella, melodías que encendían más el calor del momento.

Cada poco, ambos aprovechaban para voltear al espejo, solo para grabar en sus mentes aquel momento y seguir avivando la pasión entre ellos.

La mágica fantasía de ambos duró hasta que los rayos del sol se asomaron y les recordaron que debían volver a sus realidades.

Justo al final del sueño, tanto él como ella entraron en la tina para seguir disfrutando de su amor, luego cada uno se puso sus prendas y se despidieron de ese bello momento.

A la mañana siguiente, el joven científico se dirige a su oficina para comenzar sus nuevos proyectos y mientras va manejando en su lamborgini negro, va pensando en su sensual compañera disfrazada de ama de llaves.

Qué bien me hacen las noches al lado de Marcela, quisiera poder atreverme a hacerla mía para siempre, pero con esta maldita suerte, no tengo nada para ofrecerle. Se dice a sí mismo.

Por estar desconcentrado, después de unos minutos se sale del camino por donde iba y choca contra un árbol.

Por el impacto, las bolsas de aire se activan repentinamente y le golpean la cabeza tan fuerte que pierde el conocimiento.

Pasaron varias semanas sin que Gerard lograra reaccionar, hasta que un día, gracias a los cuidados del personal del hospital San Pedro, el mejor hospital de toda Marbella, logra abrir poco a poco los ojos.

Al suceder esto, la primera persona que pidió que llamaran fue a su amada Marcela.

Después de unas horas, Marcela entra corriendo asustada a la habitación donde estaba su estimado inventor.

!Amo Gerard! ¿Qué le pasó? Lo he estado esperando en la casa, disculpe por no venir antes, si hubiera sabido desde un principio hubiera venido a cuidarle. Exclamó Marcela, mientras tomaba la mano de Gerard y le da un beso.

No te preocupes, tranquila, estoy bien, esto no es nada, responde Gerard con tono despreocupado.

!Pero cómo no va a ser nada¡ !Nada más mire cómo está¡

Tranquila Marcela, no te asustes, esto en serio no es nada, he pasado por cosas peores.

Ahora cuéntame ¿Cómo está la casa en mi ausencia? ¿Han surgido imprevistos?

Realmente no, digo, solo lo que le pasó a usted.

Muy bien, tú siempre sabes cómo cuidar de mí y de mi casa.

Sabe que es mi trabajo amo, estoy completamente a su disposición, usted pida y yo le concederé.

Por favor Marcela, desde hace años que trabajas conmigo, ya no me digas amo, dime Gerard.

Perdón amo, digo Gerard, es la costumbre, responde Marcela sonrojada por el fuego interno que aún sentía por su amo.

Fueron pasando las horas y Marcela se pasaba tratando de atender a su amo, como tratando de compensar los días que no estuvo con él.

Después de un gran rato, una enfermera entró en la habitación y le pidió a Marcela que se retirara.

Le costó un poco irse, se le notaba en la cara que no deseaba alejarse de su amado, pero ante la insistencia de la enfermera y de Gerard, Marcela se marcha del hospital directamente para la casa.

Los días siguientes ambos enamorados se encontraban en el hospital, en donde podían hablar y fantasear con sus noches de pasión escondida, lo cual fue avivando cada vez más la llama del amor.

Marcela nunca perdía la oportunidad de hacer lo que tanto le daba placer, cuidar de su amo, y con cada gesto de ella Gerard se iba enamorando cada vez más, aunque también sentía culpa por seguir tratándola como su sirvienta y no como lo que realmente era, su fiel y sensual amante.

Las semanas pasaron y poco a poco Gerard se recuperó al punto que logró regresar a su casa para continuar con su vida, aunque para su suerte, en cuanto regresó a su trabajo, su jefe, el señor Smith lo despidió argumentando que la empresa estaba pasando por una crisis económica y que necesitaba recortar gastos innecesarios.

Después de este suceso, Gerard en lugar de sentirse mal, sintió mucho alivio porque ya no estaba cómodo en la empresa para la que trabajaba.

Los meses pasaron y después de tanto pensar y pensar, el joven inventor creó su propia empresa fabricante de robots multitareas, a los que llamó amas de llaves electrónicas, en honor a su amante clandestina.

Ya teniendo garantizado el éxito de la empresa, Gerard decidió pedirle matrimonio a Marcela, para lo cual decidió llevarla a un viaje a la isla privada de su familia.

Estando ahí, en una noche mientras ambos amantes estaban solos, Gerard sacó el clásico espejo gris que los ha acompañado en la mayor parte de sus noches de pasión.

Pero esta vez, Marcela se comenzó a poner un poco ansiosa, no estaba acostumbrada a esas cosas fuera de la casa de su amo.

En cuanto Gerard se dio cuenta de eso se acercó a su amada y suavemente la abrazó.

— Ya no tenemos que escondernos, tranquila, solo relájate y disfruta— dijo Gerard mientras comenzaba a besar ligeramente los labios de su amada.

Después de un rato ambos amantes se hundieron en sueños de pasión desenfrenada por horas y al igual que siempre los rayos del sol indicaron la hora de volver a la realidad pero esta vez, Gerard sacó un hermoso anillo con una esmeralda y un diamante, re arrodilló frente al espejo y preguntó: Marcela, amor de mi vida, tú que has estado conmigo en los buenos y malos momentos, que me has cuidado y me has traído muchas alegrías y placeres, ¿Aceptas casarte conmigo y vivir una noche de pasión eterna hasta que la muerte nos separe?

!Amo, digo Gerard¡ No sé qué decir, !Si acepto casarme contigo¡

Después de ese emocionante momento, ambos amantes fueron a dar un paseo en la playa a caballo, prometiéndose amarse y respetarse por el resto de sus días.

Día de Muertos

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín.

Hoy en este noviembre que nace con el invierno, te recuerdo con amor y nostalgia.

Hoy en este día especial te honro con nuestros seres queridos.

En este Día de muertos, te quiero dar gracias, ancestro querido.

Gracias por enseñarme el valor de las buenas personas

Gracias por darme inmensas alegrías con tu presencia

Gracias por los lindos recuerdos, que me enseñan que la vida es un instante pero la memoria es eterna

Te pido perdón si algunas veces parece que te olvidé

Te pido perdón si a veces renegué de tu ausencia

Te agradezco por la compañía que me diste cuando se podía

También te agradezco por seguir dando color a mis días.

En este Día de muertos le pido al cielo que te proteja siempre y que donde sea que estés me recuerdes también

En este Día de muertos recuerdo que nunca me abandonaste. Solamente te mudaste a mi corazón.

En este Día de muertos tengo presente que aunque no te pueda ver, seguirás conmigo

Dándome guía y auxilio en los días de dificultad

Dándome sabiduría cuando me undo en la confusión de la vida

En este Día de muertos, amado ancestro, te pido que cuando llegue mi momento me acompañes y me lleves a donde deba estar para tener descanso y paz.

Lo que nunca fue

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín.

Te veo y no te reconozco

Te escucho y no te comprendo

Ahora solamente me queda preguntarme

¿Qué sucedió? ¿Porqué actúas así?

Espero a que te calmes, respiro profundo y me sigo preguntando ¿A dónde fue nuestra amistad?

¿O es que acaso nunca fue verdad?

Hoy estoy más tranquila, ahora entiendo que nunca voy a encontrar lo que nunca fue

Lo que nunca existió y nunca existirá

Aunque he de confesar que no esperaba esto

Creo que fue para bien

Para que ya no te engañes y para que no te lastimes.

Por mi no te preocupes, yo estoy tranquila, estoy bien , aunque me siento traicionada y a la vez culpable por no haber entendido desde antes.

Ya no sigo esperando lo que nunca fue.

Con estas palabras, te digo adiós, adiós a lo que nunca fue.

Otoño

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín.

Los colores de los árboles, el viento frío y los aromas de la temporada anuncian tu llegada

Con tu magia, tus especias y festividades, anuncias la cercana llegada del final del año

Eres la antesala al invierno, con tus rojos y amarillos, marcas el cambio de las hojas de los árboles.

Eres la estación donde usualmente recordamos dar las gracias por las cosas buenas de la vida y nos recuerdas de la divina venida de la navidad.

Con tu llegada me recuerdas que la vida siempre se renueva, aunque con tu presencia hagas que las flores se pierdan.

Con tu llegada me recuerdas a las personas de mi vida que ya no están, haciéndome reflexionar sobre mi propia mortalidad.

Por esto y mucho más, espero que vengas y me traigas de nuevo esperanza y paz.

A mis amigos

Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín.

Le dedico este poema especial a todos mis amigos que me han apoyado en mis sueños.

A donde sea que vayas yo iré,

En las buenas y en las malas,

Para reír, gritar o llorar

Siempre contarás con mi amistad.

Con tus sueños te ayudaré

Con tus luchas de la vida también

Sè que siempre estarás para mi.

Aunque a veces no nos entendamos al 100 por 100

Hasta el final de nuestra vida estaré junto a ti

Aunque a veces no quieras verme aquí

También sé, sin duda alguna que estarás conmigo cuando busque el sol y la luna.

Por eso y muchas cosas, te quiero decir

Que tu amistad y cariño siempre serán indispensables para mi.