
Autor: Vivian Lucía Rivera Marroquín
La mañana vuelvo mis ojos arriba y pienso, ¿Será posible que exista algo más bello e infinito que tú?,
Observo fijamente tus nubes, tu sol y la belleza de tu azul, tan cambiante y misterioso, a veces claro como el agua, a veces intenso como el zafiro,
Al anochecer te recubres con brillantes luceros e intensas lunas,
Que resaltan más tu diversa y maravillosa hermosura,
Cielo mío, hoy vengo a expresarte con cariño lo mucho que te admiro,
Con tus celajes y arcoíris, vuelves alegre y colorido este mundo, que sin ti no sería más que oscuridad y polvo,
Con tus suaves y tersas nubes, te llevas flotando todos mis temores y disgustos,
Con tus truenos y lluvia intensa, rompes violentamente el silencio que después de un tiempo aburre y aterra,
En este día que nos regalas cielo mío, mi alma ansía preguntarte, ¿Será que algún día seré digna de admirarte y tenerte más cerca?